Durante el trabajo en diversas organizaciones, habitualmente cuando se les pregunta a los trabajadores para qué resulta relevante el compromiso y la mejora de las propias conductas en seguridad, uno suele encontrarse con respuestas similares a… “para que la Empresa no incremente sus cotizaciones”… “para cumplir con los estándares Corporativos”… “porque el jefe lo dice”… “para evitar problemas con el área de seguridad o prevención”… o simplemente se escucha decir que tener una conducta segura es parte de “las reglas del juego”…
Sin duda, estas respuestas tienen mucho de cierto, pero su repetición permanente debe hacernos reflexionar sobre un punto que reviste interés… ¿cómo logramos que la prevención y la mejora conductual en seguridad, realmente tenga un sentido personal para los trabajadores?
Ciertamente todo aquello que requiere un esfuerzo adicional de nuestra parte- como lo es, utilizar algún Equipo de Protección Personal, seguir la secuencia de trabajo en vez de un atajo o conducir dentro de los límites de velocidad aunque tarde unos minutos más- en muchos casos, forma parte de nuestro repertorio conductual. Generalmente lo hacemos para evitar una acción disciplinaria… lo hacemos con el fin de satisfacer a otro… o lo hacemos porque “son las reglas del juego”. Pero poco o nada se nos ha invitado a una auto-observación que nos deje ver más allá de las razones que se suelen escuchar.
Surge entonces un desafío para todos quienes realmente (y correctamente) están dispuestos a invertir tiempo y recursos en la mejora de la conducta segura en el trabajo. Entre ellos, PERSIST LTDA., a través de su metodología de autocuidado PREMAC (Prevención Mediante AutoControl), aporta - entre otras habilidades- sentido personal a la seguridad. Para ello, ante todo se invita a través de una secuencia de trabajo ordenada y probada, a que cada trabajador centre la mirada en sí mismo y su conducta, que visualice su responsabilidad y su libertad para conducir su comportamiento, pues en último término cada cual es quien decide ejecutar una acción de tal o cual manera, segura o insegura.
Cuando somos conscientes de esta innegable libertad de administrar nuestro propio comportamiento, retornamos a un camino fértil que nos invita a buscar nuestros argumentos personales, que darán sentido a la decisión de generar y mantener un hábito de conducta segura, aún cuando éste requiera de un esfuerzo adicional. Ahí es donde el Método PREMAC presenta argumentos sólidos, porque refuerza en cada trabajador su valor como persona y sus metas de vida.
Darse cuenta que existen muchísimas virtudes que destacan en cada cual, así como identificar las propias metas de vida, responde al para qué? , el esfuerzo seguro comienza a cargarse de sentido. Con claridad los trabajadores logran ver que para entregar educación a sus hijos- montar ese nuevo negocio que le apasiona- lograr la casa propia- desarrollar algún hobby- aprender idiomas- entre tantas otras metas, sin lugar a dudas se necesita estar integro y sano. Alcanzar cualquier meta personal, desde la más sencilla a la más exigente requerirá de nuestro autocuidado, requerirá que en todo momento, seamos responsables con nosotros mismos y por nosotros mismos.
El autocuidado y la seguridad laboral, deja de ser ajena, deja de ser “para otros” o “porque sí”, ahora se torna un objetivo personal y necesario, que nos habilita para alcanzar nuestras metas y estimula nuestro valor como persona.
En esta dirección el Método PREMAC de autoprotección en el trabajo, realiza su contribución, con gran aceptación por parte de los trabajadores, quienes reconocen en esta metodología un argumento para la seguridad que resulta emocionalmente significativo para ellos. Comprenden efectivamente que todo esfuerzo en la mejora conductual para la seguridad, es ante todo una ganancia personal y con ello, la conducta segura adquiere su real sentido.
Para ver más sobre este Método de Autocuidado PREMAC, visite: www.persist.cl
Consulte a: capacitacion@persist.cl
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